ORÍGENES DEL TROMBÓN.
Los primeros antecesores de los instrumentos de metal son las ramas huecas, las caracolas y el cuerno o hueso vaciado de un animal. El trombón y la trompeta, por ejemplo, tienen más de barra hueca, y la trompa, más de cuerno de animal o caracola. Un buen ejemplo de este tipo de instrumentos ancestrales y que ha conservado su forma original hasta nuestros días es el didgeridoo de los aborígenes australianos, que se supone que tiene hasta 40.000 años de existencia.
Didgeridoo Australiano. |
Otros instrumentos considerados ancestros de los instrumento de metal y que eran fabricados a partir de elementos naturales son, por ejemplo, el shofar hebreo, hecho a partir de un cuerno de carnero, o la concha polonesa.
Pero la verdadera revolución en lo que a la evolución de los instrumentos de metal se refiere,
vendría alrededor del año 3000 a.C., con el descubrimiento de los metales. A partir de aquí, el hombre
deja de depender de las formas y elementos que le ofrece la naturaleza para construir y moldear sus
propios instrumentos.
Algunos ejemplos de esa evolución del metal, principalmente el bronce, son:
Carnyxs Celta. |
Salpinx Griego. |
Lur Nordico
Pero la buccina romana es quizás el antecesor más cercano a nuestro trombón actual, ya que se
cree que deriva de esta en cuanto a timbre y tesitura.
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Buccina Romana |
De hecho, en algunos países centroeuropeos como Alemania, al trombón se le llama posaune y que
es una evolución etimológica de la palabra busan, pusun y posaune.
Así pues, a partir de diversas influencias y modificaciones que van desde la buccina, pasando por la
trompeta recta, trompeta curva, trompeta de tubo corredera, etc., nacería a finales del s. XV y principios
del XVI un instrumento con un funcionamiento similar a nuestras varas actuales.
Estos instrumentos adoptarían en un primer momento el nombre de sacabuche, también llamado
trombón renacentista. En italiano se le conocería como tromba spezzata, en alemán zug-posaune, en
inglés sackbut y en francés sacqueboute, que viene de la conjunción de los vocablos franceses saquer
y bouter, que significan presionar y estirar, por el movimiento de la vara corredera.
Sacabuche. |
EL TROMBÓN EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO.
Llegados así al Renacimiento, que abarca aproximadamente los S. XV y XVI, nos encontramos ante
un repertorio trombonístico (o para sacabuche) que a la hora de ser interpretado se tendrán en cuenta
varios factores clave, como son:
• Se busca un equilibrio entre las voces, dando a todas la misma importancia.
• Nos encontramos ante melodías sencillas, estructuradas según la respiración humana.
• El instrumentista no obedecía a la partitura, sino que improvisaba a su gusto.
• No había indicaciones específicas como sucedería en épocas posteriores en lo referente al
tempo, articulaciones o dinámicas.
• La ejecución instrumental ha de seguir la línea expresiva de la melodía, con unas emisiones y
sonoridad más suaves que las habituales, más propias del sacabuche.
Algunos de los compositores que escribieron música para Sacabuche fueron, por ejemplo,
Alessandro Striggio, Orlando Di Lasso o Giovanni Pierluigi Palestrina. Otros compositores fueron los
franceses Guillaume Dufay, con composiciones como “La messe de L’homme Armé”, o Pierre Fontaine,
que utilizaría al sacabuche bajo la denominación de “trompeta baja”. Pero la ciudad que acogió con
mayor énfasis el trombón fue Venecia, contribuyendo especialmente la denominada “escuela
veneciana”, en la que destacaban Andrea Grabielli y su sobrino Giovanni Grabielli, quienes harían de
puente entre el Renacimiento y Barroco en lo que a la música para sacabuche se refiere.
• Amplitud dinámica reducida. Al contrario que pasará en el Romanticismo, no debemos hacer los
fortes fortissimo ni los pianos pianissimo.
• Van a ir apareciendo progresivamente indicaciones agógicas.
Sacabuche Alto,Tenor y Bajo |
EL TROMBÓN EN EL CLASICISMO.
Tras un Renacimiento tardío y un Barroco de esplendor para el trombón o sacabuche, nos
encontramos con un siglo XVIII oscuro para el mismo. En esta época, conocida como Clasicismo
musical, los compositores dejan de contar con el trombón, el cual se mantendría únicamente gracias a
los vestigios del siglo anterior y a su uso continuado en la zona de la actual Austria y su área de
influencia, así como gracias a la rama Morava del protestantismo de Centro Europa, con un uso habitual
de coro de trombones dentro de su culto desde el pre-clasicismo.
Así, a partir de finales del s. XVII y gran parte del XVIII el trombón entra en decadencia y es muy
difícil encontrar composiciones originales en lo que se refiere a repertorio de cámara o solista, a
excepción de algunos conciertos para trombón alto como el “Concierto de Mib Mayor” de Gerg Cristoph
Wagenseil y el “Concierto en Sib Mayor” de Johann George Albrechtsberger. También es muy conocido
e interpretado el “Concierto en Re M” de Leopold Mozart, también llamado “Serenata en Re M”, que
cuenta con numerosos movimientos para ser interpretados por diversos instrumentos. De toda la serie
de movimientos se extrajeron tres, los cuales forman esta serenata. También es muy interpretado el
“Concierto en Re M” de Michael Haydn.
En cuanto al uso orquestal del sacabuche en el Clasicismo, se ciñe al ámbito de la Ópera (“Don
Juan” o “La Flauta Mágica” de Mozart) y a la música sacra (en oratorios como “La Creación” de Haydn,
misas como la “Missa Solemnis” de Mozart o su “Requiem”, y que incluye uno de los solos más
importantes escritos para trombón).
A partir de este periodo y hasta mediados del s. XIX, se impondría el llamado trío clásico (alto, tenor,
bajo), construyéndose el alto en mib, el tenor en sib y el bajo en mib. Este es un aspecto de vital
importancia a la hora de trabajar este tipo de repertorio, ya que determinará la sonoridad que debemos
buscar en la interpretación.
Por otro lado, Beethoven (1770-1827) representa el tránsito entre el Clasicismo y el
Romanticismo y con él, el renacer del trombón. Destacará al trombón en el Finale de su “5º Sinfonía”
(aun dentro del trío clásico), considerada la primera en introducir los trombones en esta forma musical.
También, dentro de la “6º Sinfonía” escribe para 2 trombones (alto y tenor) la “Obertura Fidelio”, que es
la primera vez que se escribe para 2 tenores y un bajo. En su “9º Sinfonía”, en la que vuelve al trío
clásico, incluye un solo de trombón bajo acompañando a las voces graves del coro. Por otro lado,
destaca especialmente su composición “Los Tres Equali”, para cuatro trombones.
Trombon en el Clasicismo |
EL TROMBÓN EN EL ROMANTICISMO Y POST-ROMANTICISMO.
Aproximadamente, el Romanticismo abarcaría desde 1800 a 1890, y el Post-Romanticismo desde
1890 a 1914, adentrándose el Impresionismo algunos años más en el s. XX. En cualquier caso,
debemos de tener en cuenta que estas son fechas siempre aproximadas, ya que resulta imposible fijar
una barrera en el tiempo.
La sección de trombones y su repertorio orquestal llegará a su esplendor (ya bajo la formación
actual de 2 tenores y un bajo) con el compositor francés Hector Berlioz (1803-1869), que sentaría las
bases en lo que al uso del trombón se refiere para compositores posteriores.
En este tipo de repertorio, en la escritura para trombón observamos:
• Extensión de los registros.
• Ampliación de los matices.
• Aparecen cambios en el tempo (accel., rit., etc.), que en muchos casos van implícitos en el
discurso musical.
• Se utilizan la ligadura y los reguladores como marcadores del fraseo.
• Notación expresa del volumen, articulación, fraseo, velocidad y carácter.
• Utilización de diferentes articulaciones y acentos.
• Desarrollo y explotación de la flexibilidad.
• Se empiezan a utilizar ciertos efectos sonoros con el uso de sordinas.
En lo referente al repertorio para trombón y piano, este sigue siendo muy escaso, a excepción de
algunas obras como las “Romanzas” de Axel Jorgensen y Carl María von Weber o el “Salve María” de
Saverio Mercadante, que es una canción sacra original para trombón.
En lo referente al trombón como solista, destacan autores como Ernest Sachse, Friedebald Grafe
(con sus “Conciertos para trombón y orquesta”) o Jules Demersseman. También Rimsky-Korsakov
escribió su “Concierto para trombón y banda” en 1878, pero sin duda, el más importante de la época
dentro del repertorio trombonístico, es el “Concierto en Mi b M”, Op. 4, de Ferdinand David.
En esta época, al igual que sucedería en el Clasicimo, el repertorio de cámara original con
trombón es muy reducido. Sobresalen el “Equali” de Bruckner para tres trombones y otras
composiciones originales, aunque de compositores “menores”, como un trío para trombones de Frederic
Berr, 6 cuartetos y una Fantasía (cornetas, 2 trompas, trombón y oficleido) de Joseph Messemer, 2
sextetos de Philippe Gattermann, y un noneto para 2 cornetas, 2 trombones, 4 trompas y oflicleido de
Felicien David. También los 12 Quintetos de J. Bellon (considerados los más antiguos que se conocen y
que datan de 1848-50).
En el ámbito orquestal sí encontramos música de gran relevancia para el trombón, escrita por
compositores como Berlioz, Wagner, Verdi, Rossini, Borodin, Tchaikovsky, Mussorgsky, Shubert,
Shumann, Brahms o Bruckner.
El Romanticismo morirá por etapas desde 1875 a 1890, y antes o después según el país. El
Nacionalismo se puede decir que comienza dentro del propio Romanticismo y se prolonga tras él.
Supone una adaptación del folklore musical de cada país al repertorio sinfónico.
El Post-Romanticismo se mostrará como un desarrollo del lenguaje musical heredado del
Romanticismo y el Impresionismo nacerá como negación de las posturas ideológicas y estéticas del
Romanticismo. Ambas etapas abarcarán aproximadamente desde 1890 a 1914, coincidiendo con la
Primera Guerra Mundial.
Así, en el repertorio solista para trombón del Post-Romanticismo destacan conciertos alemanes y
franceses como los de Josef Serafin Alschausky o Eugene Reiche. Con el inicio de la Escuela
Francesa, a finales del s. XIX, se va a crear un gran repertorio, por ejemplo, las “Cavatina” de Camille
Saint-Saens, la “Morceau Symphonique” de Felix Alexandre Guilmant o la “Pieza en Mi b” de Ropartz.
En lo referente al trombón en la orquesta Post-Romántica destacamos a Gustav Mahler y el
solo de la “3º Sinfonía”, a Richard Strauss y sus “Poemas Sinfónicos” como “Don Juan, Muerte y
Transfiguración”, “Travesuras de Till”, “Asi habló Zaratustra” o “Don Quijote”. También sus óperas
“Salomé y Elektra” y su Música Programática, como la “Sinfonía Domestica” y la “Sinfonía Alpina” (que
incluye partes que suelen ser interpretadas con trombón contrabajo).
Cabe decir que en el repertorio orquestal francés de la época prima el uso de 3 trombones
tenores, aun cuando se escribían partes más propias del trombón bajo. Citar como ejemplos la “Marcha
Heroica” y la “Sinfonía en Do menor” de Saint-Saens. Como compositores impresionistas destacamos a
Claude Debussy y Maurice Ravel, el cual ensalza al trombón en el solo de su “Bolero”.
Y con ellos, llegamos a los siglos XX y XXI y a la música contemporánea.
Obra del Romanticismo |
EL TROMBÓN EN EL SIGLO XX Y LA ACTUALIDAD.
Parafraseando a Arnold Schonberg, y aunque es cierto que algunos compositores como Richard
Strauss (1864-1949) o Jean Sibelius (1865-1957) preservaron la estética post-romántica, se puede
afirmar que “la música del s. XX difiere de todo lo que le ha precedido. Es una música que pretende
expresar algo que todavía no ha sido expresado”.
En resumen, se puede decir que es un periodo que destaca por su gran variedad estilística y
donde predomina la propia personalidad del autor. Nos encontramos ante un periodo en el que se dan o
se han dado variadas corrientes compositivas que van desde la música expresionista, electrónica,
concreta (con sonidos de la vida real), Dodecafonismo de Schonberg, la incorporación del lenguaje del
jazz fundamentalmente de compositores americanos como Leonard Bernstein, Aaron Copland o
Gershwim, así como la incorporación de los ritmos latinoamericanos de la mano de compositores como
el mexicano Silvestre Revueltas, o el argentino Alberto Ginastera. Los principales recursos utilizados en la escritura instrumental para trombón en este periodo son:
• Flatterzunge.
• Glissando.
• Oscilaciones del sonido.
• Multifónicos.
• Simulación de todo tipo de ruidos (golpes con la boquilla, imitación de maquinas, etc.).
• Cantar dentro del trombón.
• Utilización de gran variedad de sordinas: straight, harmon, cup mute, etc. y diferentes
materiales y que dan distintos colores sonoros: plástico, aluminio o cartón.
• Respiración circular.
• Combinación de elementos musicales y teatrales.
• Utilización extrema del registro, así como dinámicas o la velocidad de ejecución o acentos
musicales, que se llevan al límite.
Un buen ejemplo de la utilización de estos efectos lo encontramos en la “Secuencia V” de
Luciano Berio para trombón solo.
Por otro lado, el uso del trombón en la orquesta va a ser muy variado de la mano de
compositores como Maurice Ravel, Serguei Prokofiev, Dmitri Shostakovich, Igor Stravinky, Edgar, Elgar,
Béla Bartók, Leonard Bernstein, o de la escuela de Viena representada por Arnold Schonberg, Alban
Berg y Anton Webern, también Cage, Ligueti, Varese, Berio, Penderecki, etc. También destacan las
aportaciones de los españoles Manuel de Falla, Joaquín Turina, Oscar Esplá, Federico Mompou,
Ernesto y Rodolfo Halffter o Joaquín Rodrigo, y algunos posteriores como Roberto Gerhard, Cristóbal
Halffter, Luis de Pablo o Amando Blanquer.
En el siglo XX se han realizado multitud de composiciones para trombón solista, tanto conciertos
con orquesta como obras para trombón y piano. Muchos compositores dedicaron estas obras a
trombonistas de nuestro tiempo. Por ejemplo, una composición de Launy Grondahl, dedicada a Vilhem
Aarkrogh (trombón solista de la Opera Real Danesa), un concierto de Jan Koetsier que dedica al
trombonista Armin Rosin, o los cerca de 80 conciertos escritos para Cristian Lindberg por compositores
como Jan Sandstrom (“Don Quijote”, “Motorbike Concerto”), Torn Takemitsu (“Fantasma”), Iannis
Xenaquis (“Keren”), etc. Por otro lado, destacar dentro de este tipo de repertorio la “Balada” de Frank
Martin, compuesta en 1940 para el Concurso Internacional de Ginebra y cuya importancia radica en ser
considerada como la composición que acercó la música para trombón a nuestro tiempo.
En lo referente al repertorio de Cámara, decir que los conjuntos instrumentales de cámara
formados por instrumentos de metal han tenido su auge, sin ninguna duda, en el s. XX, gracias a varios
factores:
• Evolución en la construcción y en los materiales de instrumentos.
• Incorporación plena a la orquesta.
• Interés de los compositores.
• Evolución en el gusto musical del público.
• Demanda de obras por encargo.
• Promoción de cursos, concursos, revistas especializadas, etc.
Joseph Alessi: Gran exponente del Trombón en la actualidad. |
Partes del Trombon:
BIBLIOGRAFÍA.
-Herbert, T. (2006) The Trombone. New Haven: Yale University Press.
-Wallace, J. y Herbert, T. (1997) The Cambridge Companion to Brass Instruments. Cambridge:
Cambridge University Press.
-Chenoll, J. (1990) El trombón, su historia y su técnica. Madrid: Real Musical.
-Wick, D. (1984) Trombone Technique. Oxford: Oxford University Press.
-Naylor, T. (1979) The Trumpet & Trombone in Graphic Arts. Nashville: The Brass Press.